miércoles, 10 de febrero de 2010

Y ahora... Erika.

Erika tiene un corazón frágil, pero lo disimula detrás de cada sonrisa fingida, y la verdad, es que ya no parecen tan fingidas porque se ha acostumbrado a su presencia, al frío que desprenden, al dolor que causan. ¿El motivo? Desde que era una niña sufría las peleas de sus padres, los gritos dolorosos, pensamientos que la torturaban… Y cuando sólo tenía cinco años tuvo que vivir su ruptura, tuvo que ver como se separaban las dos personas a las que más quería, tuvo que dejar de llevar la vida de niña normal por la vida de una niña que dejo de creer en el amor porque no se imagina que es, y tampoco quiere saberlo. Sólo sabe que la gente que lo sufre se atonta, deja de pensar por sí mismo y que al final todo es dolor y lágrimas con sabor a despedida. Nadie jamás la ha visto llorar, ni tras la muerte de su querida abuela derramo una lágrima, y todo el mundo está esperando al día en que la de por llorar porque saben que ese día saldrá un océano de esos oscuros ojos. Bueno, es mentira… Sí que llora, con las películas de amor derrama cuatro gotitas y se las seca antes de que nadie llegue a verla. A lo mejor por este motivo estáis pensando que Erika es una chica triste, pero os equivocarías… Ella siempre ha tenido la confianza de que todo iría a mejor, de que sus sonrisas se curarían, ella siempre ha sentido la seguridad de que cambiaría de opinión. Y él lo cambio (pero es demasiado pronto para hablaros de Víctor). Erika vivía de ilusiones, seguía siendo una niña encerrada en el cuerpo de un adulto. No quería crecer pero sabia comportarse perfectamente cuando eran temas de “adultos” y parecía más madura que todos con los que estuviera hablando. Si os tengo que ser sinceros os diré que ella utilizaba a los chicos a su antojo, a lo mejor por la ternura mezclada con valentía que reflejaban sus ojos o tal vez fuera porque contagiaba esa inocencia a cualquiera que pasara por delante. Mi teoría es que ella les enamora por su belleza. Sería incapaz de describiros a Erika pero os aseguro que si os la cruzarais por la calle os enamorarías de ella. Si tuviera que deciros como era os diría que no era una belleza resultona (como la de Lily), es una belleza especial, es una belleza que podrías ver aunque a ella le diera por llorar y se le quedaran las mejillas negras de rímel, es la clase de belleza de la que te enamoras cuando la ves despeinada y recién despertada, y que te deja con la boca abierta cuando se arregla un poco y con la que nadie puede competir, pero ella tampoco era de arreglarse. Tenía los ojos negros (como los de una noche sin luna) pero con brillos (que se parecían a pequeñas estrellas fugaces) y una sonrisa perfectamente alineada. Seguramente esto era lo que de verdad atraía la mirada de todos, pero ella no quería a ninguno. Esto sólo se puede aplicar hasta el día que conoció a Víctor (historia que os contare más adelante) y se dio cuenta de que estando con él no dolía tanto el amor, ni las sonrisas frías, y las lágrimas también podían ser de felicidad y no un síntoma de debilidad. Él fue ese cambio que ella necesitaba, esa manera de ver la vida, esas lluvias que te llenan de vida… Él era el típico príncipe de cuento de hadas (pero todos los príncipes salen ranas) y la hizo disfrutar de un amor de primavera que jamás nadie podría imaginar, aunque ese amor prometía durar cualquier estación que quisiera enfrentarles. Gracias a Víctor ella también pudo conocer cómo se siente alguien cuando le rompen el corazón, recordó que no lloraba porque las lagrimas no calman ese dolor (y escuecen demasiado), y la sensación de que el respirar es algo secundario. Con él supo lo que es el amor pero también el desamor, el engaño, las mentiras, el amor prohibido… Y gracias a ello Erika aprendió y mucho. Dejo de ser una chica con miedo al compromiso, o al amor. Dejo de dolerle el encariñarse con alguien, aprendió a sonreír de corazón (consiguiendo que su alrededor sintiera la calidez de su sonrisa), aprendió que no podía hacer daño a los que quería y que la vida es un juego en el cual no sólo dependes de ti. Y os contaría ahora mismo que paso entre Erika y Víctor, o qué le hizo él y cómo actúo ella después… Pero yo creo que podréis esperar.

10 comentarios:

  1. Ya verás como víctor le pinta bastantes sonrisas!
    Gracias por tu comentario! Me dio mucho gusto e ilusión que me digas eso! En serio lo aprecio!
    Tu también vas creciendo, sabes que me encanta todo lo que hay en este blog peqeña!

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  2. Ay quiero saber jeje :)
    Lindo escrito, bonita descripción!

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  3. Vero!
    que linda historia, sabes una cosa? me sentí identificada, es como sentir que otros sintieron lo que sentí, y así no sentirme tan sola.
    Extrañaba leer tus cosas :)

    Beso vero:)

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  4. ¡Parece que tendré que esperar!
    Me pica un poquitín la curiosidad por saber lo que pasó después (y más tarde de eso, y luego de lo otro...)
    Espero descubrir pronto esa continuación (que promete mucho)

    Un beso :)

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  5. Realmente luego de verlo sentí que no me preocupó mucho, que tenías razón pero lo que me sucedió cambió todo.

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  6. a
    d
    o
    r
    o

    e
    s
    t
    o

    :)

    Victor puede sorprendernos algún día en esta historia, lo se lo seeeeee!

    Un besito de lacasito V!

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  7. Te digo una cosa?
    Me alegra terriblemente que cuando entras a mi blog, no sólo leees la entrada del día, si no las anteriores y eso significa mucho para mi, porque me llena de alegría, y me ayudan más ue nada tus palabras :)

    Un beso gigante vero :)

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  8. Es fácil crear una coraza conra el mundo. Te sientes protegido detrás de la armadura que tu solita te puedes hacer. Lo difícil es abrir esa coraza y dejar a la gente pasar a través de ella.
    Espero su historia.

    Un besito de ensueño =)

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  9. No vale manipular!!!
    quiero el texto completo, no me gusta que me dejen con la historia por la mitad.
    "es la clase de belleza de la que te enamoras cuando la ves despeinada"
    Te mando un beso.

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Motivos para sonreir.