viernes, 11 de junio de 2010

El sol y la luna.

¿Te has fijado en cómo se quieren el sol y la luna? Los dos se desean y saben que no existirían si les faltara el otro pero es imposible que estén juntos. Bueno, coinciden en el crepúsculo y en el amanecer y se ponen como locos de alegría notándoseles la sonrisa a mil kilómetros de distancia, pero después no les queda nada y se quedan totalmente solos esperando volverse a cruzar. Y ahora me he dado cuenta de que tú eres mi sol y yo tu luna. Tal vez por eso nuestros amaneceres sean los momentos más mágicos del día, porque los dos nos vemos reflejados ahí y somos incapaces de escondernos la sonrisa.