miércoles, 20 de enero de 2010

Lily, ¿o Elisabeth?

Creo que hasta ahora no me he parado a hablar de Lily, habras imaginado que viene de Elisabeth, y te puedo asegurar que este diminutivo cariñoso que sus padres la pusieron irradia de todo menos inocencia. Cuando ella tenía 10 años tal vez si encajará, pero actualmente Lily odia la inocencia, las creencias, odia las sonrisas falsas, odia los juegos tontos (excepto si son en la cama), y por encima de todo odia el amor. Pero esto tiene una explicación, como en cualquiero otra historia. ¿Recordais que a los 10 años era una niña normal, inocente, llena de alegría…? Se debía a que ella creía haber encontrado el amor verdadero. Era su fiel amigo, su “hermano” mayor (un año mayor), al que le contaba sus más intimos secretos (aunque nunca le dijo lo mucho que le quería, eso sería una locura) y con el que se iba de excursión a las peligrosas cuevas de la playa donde se tomaban las galletitas con trozos de chocolate que tanto les había costado preparar la tarde anterior, una tarde en la que la pequeña Lily no podía parar de dar botes de alegría, de planear miles de cosas, y cuya sonrisa hacia que hasta el sol se sintiera avergonzado de lo poco que brillaba. Un día de verano decidieron hacer una de sus excursiones y Lily esperaba que esa tarde Pedro la diera su primer beso. Se imaginaba un beso de película: tan romántico y único, un beso que convierte a cualquier chica en princesa… Lo que no esperaba Lily es que esa tarde llegaría su hermanastra Erika. ¿Tampoco os he hablado de Erika? Normal, ella es díficil de describir y creo que necesitaría mucho más espacio… Ahora centremonos en Lily (porque como se entere de que hablo de su “querida” hermanastra seguramente desee matarme). No se si sabreis que, a pesar, de que la madre de Lily tuvo que criarla soltera, la pequeña Eli (como la llamaban a veces) creía en el amor pero exclusivamente porque Pedro la había hecho creer. Como iba diciendo, Erika llego esa precisa tarde, una tarde en la que Lily dejaría de tener fe ninguna en el amor y se entregaría a caricias desgastadas y besos sudados que encontrara en cualquier bar. Cuando Pedro vio a Erika se enamoro irremediablemente de ella. Lo sé, el destino es muy cruel cuando quiere. Ese día Lily comió sus galletas sola en la cueva, mientras las lágrimas le daban un gusto más amargo de lo que ya la parecía. Mientras, Pedro no podía apartar la mirada de Erika, sin fijarse en nada más y deseando únicamente conocer todos los detalles de aquella chica. Ese día Lily se prometió no querer a ningún chico en la vida. Pocos años despues se fue en busca de amor barato de cualquier bar, con sabor a alcohol, y con fecha de caducidad. Alguien que surgiera de cualquier roce tonto, cualquier hombre que pudiera engatusar, y te puedo asegurar que los tiene locos. No permite que sus sábanas huelan a cualquier colonia (Aunque a Pedro si le permite entrar, pero sólo para contarse más secretos), tampoco que su cuerpo se estremezca con cualquier susurro, ni que sus lágrimas se derramen en las noches más solitarias, cuando esos hombres sin nombre desaparecen sin ser ni si quiera invitados a un zumo. No se permite soñar con él, pero si olvidarle con otros cuerpos. No se permite comer galletas de chocolate, aunque algunas noches sí que la veo como coge su bici con su vieja cesta y deja un triste olor a galleta por toda la casa.

7 comentarios:

  1. jo jo jo jo! me ha encantado esto! :)
    ''amores con fecha de caducidad''... a mí tampoco me gustan. Y yo tampoco quiero cualquier olor, ni cualquier susurro... nada, quiero algo tan especial que sea infinito. (qué optimismo).

    Sabes?
    yo sé de una a la que un tipo también le cambió un poco... le quito la dulzura, las ganas, la confianza, todo. A veces es cruel como el amor nos lo da todo, luego nos lo quita, y encima nos cambia la vida. Es cruel, y es asqueroso.

    :) un besito de lacasito V

    ResponderEliminar
  2. Fue largo, pero valió la pena leerlo. En simples palabras: me encantó. :D

    ResponderEliminar
  3. Demasiadas Lily hay en esta vida.....
    Me ha sorprendido el giro que le has dado a la historia...


    Pero sí...yo veo a muchas de ellas.

    ResponderEliminar
  4. Mmmm sabes? el destino puede ser muy cruel, pero seguramente es porque le espera la verdadera persona.
    Aveces es mejor no esperar lo mejor de alguien, si no lo peor.
    Que sarcastica que soy! ajaja.
    Pero soy así vero.
    La verdad amé la entrada!:)

    Te felicito:)^^

    ResponderEliminar
  5. Qué verdad, lo esperas todo de alguien, le das todo & luego para que prefiera a otra.. :$
    Es amor es cruel.
    Me gusta lo que dices :)

    Te sigo <3.

    ResponderEliminar
  6. pf..es preciosa esta entrada:)
    le has dado un giro a la historia q me ha encantado!

    ResponderEliminar
  7. Pobre Lily.. lo malo es que por culpa de Pedro no encontrara a quien se enamore de ella de verdad!
    Me encantó!

    ResponderEliminar

Motivos para sonreir.